De la maravillosa Vacaciones en Roma, otro momento mágico: el periodista lleva a la princesa ante la Boca de la Verdad y finge, para susto de la ingenua Ana, que la Boca le ha devorado la mano. La anécdota: todo fue una broma de Gregory Peck. No estaban en el guión ni el fingimiento ni el susto consiguiente. Pero quedó tan bien, que la toma se dio por buena y se incluyó en el montaje final, para delicia de todo el que vea esta agridulce y preciosa comedia.
Lo firma
q bueno, la verdad. pero sí que hay q ser ingenua para creerse eso no?
ResponderEliminarBastante ingenua, sí, :)
ResponderEliminarJajajaja, que bueno jajaja, qué cándida era la gente antes :)
ResponderEliminarNo recordaba la película hasta que he visto el video, tendré que bajarmela :)
Es tan tierna como tú, XD
ResponderEliminarme apunto la peli :)
ResponderEliminarellos tan graciosos y galantes como siempre...
Bueno, Bea, un desliz lo tiene cualquiera, hasta el caballeroso Peck. Lo que no termino yo de creerme es la ingenuidad de Audrey
ResponderEliminarPues yo si me creo la ingenuidad, yo también me habría asustado.
ResponderEliminarJajajaja, me lo creo, me lo creo.
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