
La relación que se establece entre los protagonistas y los diálogos que se producen entre ellos están en la mejor tradición de la comedia alocada de los años treinta y cuarenta. La química entre Grant y Hepburn es evidente, nadie lo había descubierto antes y ya no hubo ocasión de explotar posteriormente ese filón porque el actor abandonó el cine tres años después del rodaje de Charada.
Una película para disfrutar.El botón de muestra:
2 comentarios:
Yo no soy muy asidua del cine antiguo, aunq tengo q reconocer q es un peliculón en toda regla.
hace mucho tiempo q la vi pero recuerdo q me gustó mucho
Crecí viendo cine antiguo, porque antes ponían mucho en la tele, y le cogí el gusto.
Esta película en concreto me parece muy divertida e interesante, mantiene la sorpresa hasta el final. Y luego el glamour de los protas, madre qué dos...
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