sábado, 3 de marzo de 2007

José Luis Navarro: el arte de ilustrar

El ilustrador José Luis Navarro domina su arte.

Lleva en ello desde 1988. Son casi veinte años en los que ha trabajado para editoriales como SM, Bruño o Edelvives.
Se formó en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, y desde que dio por finalizados sus estudios comenzó una andadura profesional que lo ha llevado por los caminos de la Literatura infantil y juvenil y los libros de texto, con incursiones en prensa, por ejemplo, sus ilustraciones para Rutas con encanto por España, de Ediciones El Pais S.A.
Le preguntamos, en primer lugar, por sus influencias, y, tras hacer hincapié en lo variado de las mismas, nos da nombres:

Mis influencias son muy variadas: algunos de compañeros de la web, como Carmen de Andrés y Sally Cutting, dos excepcionales acuarelistas a las que además conozco personalmente; Alan Lee, otro monstruo de la acuarela; y en lo infantil mi referencia, en esos comienzos, era, sobre todo, Ulises Wensell, además de María Luisa Torcida, por ejemplo. Ahora mis influencias son más extensas, desde Velazquez (a mi modo de ver el mejor pintor de todos los tiempos y de todas las historias del arte), fotógrafos como Cartier Bresson o Helmut Newton, e ilustradores tan variados y diversos como algunos que te cito: Wolf Erlbruch, Shaun Tan, Georg Hallensleben, Ana Laura Cantone, Rocío Martínez, Rebecca Dautremer, y muchos más.

Nos habla ahora de las técnicas de trabajo que emplea.

Suelo trabajar con acuarela sobre papel, así aprendí este oficio y continúo fiel a ese principio. Lo que sí ha cambiado es la forma de trabajar. El ordenador impone cada vez más sus ventajas aunque también sus rutinas, hasta el punto que muchas veces ya comienzo dibujando con él, o componiendo las escenas en pantalla y acabo, cada vez más, imprimiendo en papel de acuarela para darles el acabado final a mano.

Esto te permite, como te podrás imaginar, el acceso a mucha documentación, fotos, y posibilidades, tantas como ofrecen los programas informáticos. Trabajo sobre todo con Photoshop y a veces con Freehand.

Para cada área de trabajo empleas una técnica diferente, sigues un proceso algo distinto

Sí. Las formas de trabajo son muy distintas en un tipo de trabajo o en otro. En infantil, aunque a veces necesitas bastante documentación, lo normal es empezar a dibujar enseguida, el contacto lápiz-papel es inmediato y de ahí al color, un paso.




Para literatura juvenil comienzo abocetando las ideas que me ha sugerido la narración e inmediatamente me dedico a buscar documentación: fotos para posibles escenarios, para los personajes, posturas y composición de escenas. Si no las encuentro las creo yo mismo. La cámara digital es una herramienta estupenda para estos casos. Una vez elegida la composición y descartadas otras ideas, compongo la escena en la pantalla del ordenador y después a dibujar por fin al papel.



En cuanto al libro de texto o la ilustración más científica, ya sabes, la documentación manda, se necesitan buenos modelos para, combinándolos, crear otra ilustración más, pero a la vez nueva, sobre qué se yo, el corazón, el estómago de la vaca, el ciclo reproductivo de las gimnospernas o la tectónica de placas. Aunque dicho así suene aburrido, me resulta también un tipo de trabajo apasionante, porque te obliga a ser metódico y exacto, a la vez que te acostumbra a trabajar y gestionar la documentación.





Nos cuenta que lo que más le gusta es dedicarse a los pequeños:

La ilustración infantil es con la que más disfruto, porque me permite experimentar más con materiales de lo más diverso. Cuando comencé en esto, allá por 1988, utilizaba el collage para introducir elementos reales, pegaba telas o incluso tierra, para desesperación de algún editor. Ahora el ordenador te permite, mediante el escáner, introducir cuantos materiales y texturas se te ocurran, sin alterar la superficie de la ilustración, sobre la que puedes seguir empleando técnicas tradicionales, como la acuarela, los lápices de colores o el gouache.

En fin, disfruto más con ella por las posibilidades plásticas que ofrece este tipo de ilustración, me permite despreocuparme del academicismo del dibujo realista (propia más bien de la ilustración juvenil, prensa o libro de texto) y centrarme más en mi propia expresividad, en la composición y los materiales.

No obstante, digamos que sus apetencias profesionales son cíclicas:

Disfruto con cada forma de trabajo. Si llevo tiempo dibujando infantil me apetece hacer realista y viceversa. Me gusta mucho este trabajo y los retos que conlleva cada estilo.

Su trabajo tiene mucho de técnica cinematográfica.

Me preguntas por los planos: claro, funciona igual que el cine, son recursos expresivos, los picados además de expresivos me sirven de mucho a la hora de introducir los elementos de la acción, que a veces son muchos, y a la vez me permiten dar a conocer el terreno sobre el que se mueven sin abrir mucho el campo, es decir centran la escena y puedes colocar los personajes y los elementos con bastante precisión. Como recurso expresivo, ya sabes, es una mirada de arriba a abajo, propia de dioses o de quien contempla cómo discurre la vida. El contrapicado es al revés, implica una mirada de inferioridad frente a quien por altura se pierde casi de vista en el cielo, sirve para expresar inquietud, cuando no miedo, frente a personajes o elementos cuya función es esa, generar inquietud.


Véase también la ilustración del caballero y el dragón.

La ruptura de la escena es otra de las características técnicas de su trabajo.

Sí, a veces rompo la escena, como dices, con algún elemento del dibujo, como en la imagen que has elegido, porque se trata de una cubierta para una novela cuyo diseño enmarca la ilustración, y entonces sugiero de esa forma romper ese marco un tanto rígido del diseño de colección. Las editoriales suelen respetarlo además, produciendo el efecto, claro, que te puedes imaginar: cuando la pata del caballo rompe el marco amarillo que lleva la colección y termina “a sangre”, hasta el borde mismo de la cubierta la sensación que pretendo es la de que la acción de la novela se escape del propio libro.

Charlamos también sobre lo importante que es el trabajo del ilustrador y el poco reconocimiento que, por lo general, tiene:

En determinados segmentos de edad, por ejemplo 0-3 años es incuestionable que quien cuenta las historias para niños somos los ilustradores, pero en segmentos posteriores nuestro papel es también fundamental, con nosotros se cuenta para hacer una cubierta que ha de ser atractiva y vender lo más posible una novela, por no mencionar el papel de los ilustradores de libros de texto, pero me temo que el reconocimiento del público en general y de los editores no se corresponde con ese papel relevante (salvo honrosas excepciones), se tiende a considerarnos como una pieza poco importante del engranaje de publicación de un libro.

Nos consta que en otros países se le da más valor a la ilustración, ¿es así?

Ciertamente nuestro papel es mucho más importante del que aparentemente se nos concede en este país dentro de una industria donde es difícil encajar lo creativo, muchas veces sólo cuenta lo económico y la ausencia de apuestas arriesgadas nos hace suspirar al ver iniciativas que se publican en Italia, en Francia o en Alemania, donde se valora al artista como algo más que el pintamonas que acompaña el texto.

¿Qué les dirías a esos jóvenes que empiezan en el arte de la ilustración?

Pues que aunque parece simple, todo esto lleva muchas horas, por eso es fundamental divertirse con este trabajo lo más posible, porque sufrimiento, como cualquier otro trabajo creativo ya lleva implícito.
Recomendaría a quien quiera dedicarse a esto que lea mucho, todo lo que pueda y que dibuje más, en las servilletas de los bares, en los apuntes, hasta en las paredes, si puede ser y que miren, que miren y que fantaseen y también que viajen todo lo que puedan, o sea, que vivan.

Indiscutiblemente, un enamorado de su trabajo, y un gran ilustrador, José Luis Navarro.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Raquel: Le enviaré tu blog a Mariana...Un abrazo ;-)

Raquel dijo...

Gracias, Geo, espero que el post te haya gustado. Un beso.

Anónimo dijo...

Aissssss yo queria tener talento artistico

Muakssssss

Raquel dijo...

Hola, Bonita. Ya ves, una de mis frustraciones, para esto de las Artes Plásticas soy negada, no me obedece la mano. Ya me gustaría a mí hacer lo que hace Navarro, o cualquiera de los ilustradores que tengo enlazados (y la lista seguirá aumentando) Besos.

Raquel dijo...

Desde luego que sí, Milindris. Es curioso, que, en general, incluso aunque gusten las imágenes, no se busca el nombre del autor. Jeje, "estampitas", mi abuelo, y seguro que los ancianos de tu familia, lo llamaba "ver santos" Besos

Anónimo dijo...

como envidio al q se puede dedicar a lo q realmente le gusta, te imaginas lo q es trabajar haciendo algo tan bonito?

Raquel dijo...

Ya me gustaría a mí, Makeda, pero yo no es que no tenga talento para el dibujo, es que soy definitivamente negada. Admiro muchísimo a quien es capaz de hacer que parezca fácil algo tan complicado. Y de José Luis Navarro puedo decirte que es un apasionado de su trabajo, y lo deja traslucir en cada una de las palabras que dice sobre ello. Además de ser una persona muy amable que accedió a darme toda la información que le pedí para elaborar este post, cosa que desde aquí le agradezco.

Pilar M Clares dijo...

Delicioso. Besos (qué bonito oficio, el de interpretar ilustrando, envidiable, de verdad) Mis felicitaciones a ese rostro que da otra vida a lo que nos ha ayudado a dar vida a las ideas.Besos

Raquel dijo...

Además, mi querida Pilar, es un hombre que mantiene la ilusión y el entusiasmo con los que empezó. Fue un placer "charlar" con él, aprendí mucho.

Una silueta dijo...

sinceramente mi mundo gira entorno a la pintura y y soy unas de las pocas personas a las que se le mezclan los dos mundo la literatura y la pintura mi sueño es llegar a ser con José Luis Navarro.

Sintonía