domingo, 16 de septiembre de 2007

Playa del Sur

Fotografía: Playa del Sur (Michael Khan)

Todo sucedió en una Playa del Sur. Me enamoré, se enamoró. La diferencia de edad no era un obstáculo para nosotros. El verdadero problema era la actitud de su hijo. Vivían juntos en la casa de la playa, con absoluta libertad ambos, pero con la semi-dependencia emocional que supone una relación de auténtico amor. Su hijo no me aceptaba, creía que no era más que una cazafortunas que pretendía, y lo había conseguido, engatusar a su padre para vivir a su costa. Su padre no era un multimillonario, pero sí disfrutaba de una holgura económica que podía convertirlo en objetivo de ese tipo de mujeres, así que yo comprendía la actitud de ese hijo cariñoso que, en realidad, lo único que pretendía era proteger a su padre de lo que él creía una relación peligrosa. Esa comprensión facilitó las cosas cuando decidí marcharme. Le expliqué mis razones:

- Tu hijo no me acepta, lo sabes. Y si no me acepta terminará alejándose de ti y eso te hará daño. No quiero que eso ocurra. Te quiero demasiado para hacerte pasar por eso. Lo mejor es que me vaya.

Intentó convencerme, pero seguí haciendo mi maleta. Cuando lo tuve todo listo, él me ayudó a cargarla hasta el coche. Nos abrazábamos sin ser capaces de separarnos cuando oímos unos gritos acercándose y haciendo resonar mi nombre. Su hijo llegó hasta nosotros.

- Papá, me gustaría hablar un momento con ella- pidió.

Su padre, sin excusas absurdas, se alejó. Y entonces, cuando él ya no podía oírle, el hijo me habló:

- Lo siento.

- ¿El qué?

- Mi actitud. Soy un estúpido. Estaba totalmente equivocado contigo.

Algo en mi rostro debió de sugerirle la pregunta que no formulé. Y respondió a esa interrogación muda.

- Oí accidentalmente vuestra conversación. Ahora sé que le quieres. No sé cómo no lo vi antes. Al fin y al cabo, le queremos los dos, eso tenemos en común. Es un buen punto de partida para que seamos amigos. Por favor, quédate.

Le sonreí y saqué la maleta del coche en silencio. Me sugirió que le diéramos a su padre una sorpresa. Él se adelantó para prepararla.

Lo seguí y esperé en el porche, donde su padre no pudiera verme, el momento oportuno para reaparecer.

Cuando entré y vi sus ojos, supe que ya no volvería a separarme de él, que siempre nos amaríamos en la solitaria, tranquila y preciosa Playa del Sur.


© Raquel Méndez Primo 2006



Lo firma http://es.geocities.com/lamejorcosecha1965/entinexistplatn.jpg

14 comentarios:

Anónimo dijo...

El amor de alguien más joven, siempre puede confundir a un familiar.
Pero el amor verdadero está por encima de cualquier impedimento, el amor siempre puede vencer obstáculos.
La felicidad no es eterna, pero el amor si.

Raquel dijo...

Depende de qué clase de amor.

Anónimo dijo...

El amor verdadero. Monina.

Raquel dijo...

Verdadero y duradero no son necesariamente sinónimos.
Además, con "tipos de amor" hacía referencia a amor de pareja, amor filial, amor paternal... Como ves, hay tipos de amor, querida.

Anónimo dijo...

El "amor" en su amplio y total significado.

Raquel dijo...

El amor como concepto. ¡Mira que me has salido romántica, monina! Con esto y lo del artículo anterior, ya no me cabe duda de que tienes alma de tango.

Anónimo dijo...

EL AMOR NO TIENE EDAD,AUNQUE A LA GENTE ESO DE LLEVARSE MUXOS AÑOS NO LO ENTIEDEN DEVERIAN DE ENAMORARSE DE UNA PERSONA MAYOR O MENOR Y ER COMO DE SIENTE EL AMOR VERDADERO,YO ERA UNA PERSONA K NO CREIA Y AORA ESTOY CON ALGUIN MAYOR K YO.Y LA AMO

Raquel dijo...

Bienvenido El amor no entiende de edades, no. Enhorabuena por amar y ser amado.

Glo dijo...

Si tuviese que clasificar este relato, lo haría en la categoría de ciencia-ficción; tan ajena me resulta la "holgura económica", jajaja.

Raquel dijo...

XDDDD no sabes cómo comparto eso, jajaja. Imagina, un sueldo de mecánico por cuenta ajena para una casa con tres niños... con necesidades educativas y alimenticias especiales....
Lo que tú dices, ciencia-ficción, jeje.

ALOMA69 dijo...

Me ha gustado mucho esta historia con final feliz y la foto es fantástica, mi pensamiento todavía está junto al mar.

Saludos!!!

Raquel dijo...

Hola, Aloma. Me alegra que te haya gustado; de vez en cuando apetece un final reconfortante, :)
La foto de Michael Khan fue la que me inspiró el relato. Tiene unas fotografías fantásticas, todas prácticamente de tema marino. Por ahí, en la sección ARTE: FOTÓGRAFOS, le dediqué un post donde exponía algunas de ellas y enlazaba su página. Me encantan sus obras. Un saludo.

De lunas y lunares dijo...

Me ha gustado mucho el relato y como dices, a veces un buen final reconforta ;)... ¿o será que amí ultimamente se me antoja verlo todo de color rosa? :S
La fotografía es una maravilla.

Besitos

Raquel dijo...

Uy, uy, uy, jajaja. Si todo lo ves de ese color por algo será, ;) Un beso.
PD.- Las fotos de este artista son maravillosas.

Sintonía