jueves, 22 de febrero de 2007

Perversidad


"Perversidad" tiene con todo merecimiento la calificación de clásico. Es un título imprescindible para cualquier amante del cine negro.

El director
FRITZ LANG


Fue dirigida por Fritz Lang en 1945, un año después de La mujer del cuadro.
Éste director de origen austriaco e incuestionable talento avalado por películas como Metrópolis, M, el vampiro de Düserloff (de su etapa alemana), Deseos humanos, Los sobornados y la que nos ocupa (de su etapa americana) contribuyó decisivamente al engrandecimiento del cine, y en especial al género negro.

Los actores
EDWARD G. ROBINSON


Edward G. Robinson forma parte de mi olimpo cinematográfico particular. Un nombre imprescindible cuando se habla de cine negro, pero además un gran actor que estuvo siempre perfecto, fuera cual fuera el papel. Comenzó su fama cuando interpretó al gángster Rico Bandello en "Hampa dorada" , un film dirigido por Mervyn LeRoy en 1930. Supo dar vida a personajes tan diferentes como el gánster de "Cayo Largo" y el profesor galardonado con el Nobel en "El premio". Recorrió todos los géneros y en todos demostró su talento.

JOAN BENNETT



De rubia platino ingenua, a explosiva morena: un cambio de aspecto que la benefició profesionalmente. La trayectoria cinematográfica de Joan Bennett comienza con títulos como "Mujercitas" (la versión de George Cukor, 1933) Pero a finales de la década, tiñó su pelo para interpretar "La fugitiva de los trópicos" y ahí empezó su carrera de femme fatale (en la pantalla, por supuesto) Los años 40 fueron espléndidos para ella, con títulos como el que nos ocupa, y otros como "La mujer del cuadro", "El hombre atrapado" o "Secreto tras la puerta". Más allá de estos papeles de mujer perversa, se movió como pez en el agua en comedias como "El padre de la novia". En definitiva, una actriz versátil, prototipo de la mujer fatal artera, perversa, la perdición de los hombres.


DAN DURYEA



Dan Duryea comenzó en el teatro, obtuvo buenas críticas por su interpretación en "La loba" y marchó a Hollywood para rodar la versión cinematográfica, dirigida por William Wyler en 1941, con la incomparable Bette Davis. Dio en pantalla como nadie el tipo de canalla dominador de féminas, supo hacer de chulo despiadado hasta el punto de crear un prototipo, personajes en claro contraste con su afable personalidad real. Intervino en películas de todos los géneros, desde cine negro, en títulos como "El ministerio del miedo", a comedia como la genial "Bola de fuego", pasando por el drama, el western o el cine bélico. Un todoterreno de la interpretación.

LA PELÍCULA


Chris Chross es un hombre básicamente bueno, que, huyendo de la soledad, se casó con una viuda agria cuya principal diversión consiste en amargarle la vida. Trabaja como cajero y cuenta con el respeto de su jefe y sus compañeros. En sus días libres se dedica a la pintura. Al cumplir los 25 años como empleado de la empresa, se le rinde un homenaje, y es con la escena de la fiesta como arranca la película. Cuando camina hacia el metro, ve cómo un hombre golpea a una mujer y acude en su auxilio. En realidad se trata de una prostituta agredida por su chulo. Kitty va enredándolo, instigada por Johnny, del que está enamorada y la domina.

Kitty y Johnny, en el bar de Tinny.

Trazan un plan para sacarle el dinero, pensando que se trata de un pintor famoso y acaudalado. Chris se enamora de la joven y cae en la trampa.

Chris y Kitty en el estudio que él le paga.

Empieza un proceso de degradación que le aboca al robo y al asesinato.

Chris homicida.

Cuando juzgan a Johnny por la muerte de Kitty y lo condenan, Chris se cree a salvo, pero aquí empieza lo peor para él. Ha escapado a la acción de la justicia, pero no a su propia conciencia.

Y DIGO YO...

Christopher Cross es un hombre que lleva una vida anodina. Un hombre acuciado por la soledad. Cuando cree que por fin ha alcanzado un sueño, que es correspondido por alguien a quien ama, el hombre naturalmente bueno, el buen ciudadano y empleado modélico, debe luchar contra su propia conciencia. Consigue en primera instancia vencer, pero termina delinquiendo. Empieza su traición a sí mismo. Abatido por el descubrimiento de otra traición, la de Kitty, la mujer de la que se ha enamorado, comete un crimen, y, para escapar a la justicia, permite que ejecuten a un inocente, culpable de otras muchas cosas, pero no de ese asesinato. Otro paso más en ese proceso de degradación. Chris ha conseguido salir impune, pero no podrá huir de sí mismo y de su propia conciencia. Abatido de nuevo, esta vez por el sentimiento de culpa, intenta suicidarse, pero no lo consigue. Cuando, ya vagabundo, dice a todo el que le quiera oír que mató a dos personas y pide que lo ejecuten por ello, nadie lo cree, lo toman por un pobre loco. Ironía cruel: tampoco creen a Johnny cuando grita angustiado proclamando su inocencia.
La película no hace concesiones al espectador, que tal vez preferiría un final más esperanzador, es una película demoledora, el proceso de degradación de un hombre bueno que se traiciona a sí mismo, a su propia naturaleza, un hombre abatido por la vida primero, por la culpa después, un perdedor. Lo más inquietante: todos podemos ser Chris Cross. Imprescindible.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues mira, yo q abogo x las pelis esperazadoras, no encuentro mal el final, pq oye, q hay q ser tonto para hacer algo q tu conciencia no perdona, si puedes con ello hazlo y disfruta d la victoria, si no puedes, evitalo, pero no llorikees luego d x vida pq la decision era tuya

Y x cierto, mi ortografia pesima x internet pero... tb odio los sms y x sistema no los contesto, si quieres noticias llama, sino no incordies, diooooo q borde soy a veces

Un besazo guapa

g. dijo...

Raquel, qué ajustado tienes el blog, buenísimo. Amo a Fritz lang, pero no he visto Perversión, apuntado para la proxima, prometido.

Raquel dijo...

Pero si es que no pudo evitar hacerlo, Bonita, fue un arrebato, claro, que yo en su lugar creo que tampoco habría podido controlarme, pobre hombre.... Los sms, donde esté una buena conversación, vamos, por Dios, :) Besos.
Empiezo a entender: por fin pude acceder a este blog, :) Me alegra que te guste el Cajón. A mí me ha parecido una gran película, pero sólo es mi opinión, claro, no entiendo mucho de cine, sólo sé lo que me gusta y lo que no. Y confieso que tengo debilidad por Edward G. Robinson, siempre me ha parecido que es de los mejores actores que ha habido nunca. Un saludo.

Raquel dijo...

Cierto, es uno de los nombres imprescindibles cuando se habla de este género cinematográfico, como Bogart, o Cagney. Ya era hora de que volvieras, maja.

Sintonía