miércoles, 13 de julio de 2016

"Isabel de Valois"




Septiembre de 1568. Isabel de Valois, Reina de la Paz, tercera y amadísima esposa de Felipe II, agoniza en sus aposentos del Alcázar de Madrid, embarazada de cuatro meses. En el que será finalmente su lecho de muerte, sufre los síntomas de un enfermedad que los galenos no aciertan a reconocer y rememora su vida desde que siendo una niña de 13 años que aún no ha menstruado,  se desposa por poderes con un hombre al que no conoce y que es diecinueve años mayor que ella: el rey más poderoso del mundo. Abandona su país, Francia, y a su madre, Catalina de Médicis, para contraer esas nupcias y sellar así una alianza entre Francia y España.  Con una narración en primera persona, con los giros lingüísticos propios de la época, Antonio Martínez Llamas nos va ofreciendo los distintos episodios de la vida de la Reina y nos da una visión subjetiva, desde el punto de vista de la infortunada Isabel, sobre los distintos personajes con los que fue conviviendo. Vemos a un Felipe II lleno de humanas contradicciones, el frío gobernante que no duda en hacer autos de fe y al mismo tiempo esposo considerado y cariñoso, enamorado de la jovencísima Reina y siempre cortés y atento con ella; a doña Juana, la hermana de don Felipe, gran amiga, confidente y apoyo de su cuñada; a la seca y áspera condesa de Ureña, quien desempeñó el cargo de camarera mayor de Isabel hasta que fue sustituida por la solícita, comprensiva y cariñosa doña María de Guzmán, Duquesa de Alba; al médico Juan de Maldonado, hombre prudente y sabio; a Catalina de Médicis, una madre siempre preocupada por su hija; al confesor de la Reina, Diego de Chaves, un ambicioso dominico que aspira a ser confesor de Felipe II; a los dos embajadores que Francia tuvo en España durante la vida de Isabel tan distintos entre sí que el primero era un lenguaraz y poco formal diplomático y el segundo un hombre prudente, comedido, cortés y bien dispuesto. 
Al retrato de toda esta galería de personajes, se suma una fresco de las costumbre y usos morales de la época que la añaden interés al relato.
El autor acierta con el lenguaje, y con la elección del narrador, y se puede apreciar la labor de documentación y la creatividad en la recreación de las anécdotas, el ambiente y los personajes. 
En suma, os recomiendo su lectura. 
Y, como no, un breve apunte sobre el médico y escritor Antonio Martínez Llamas, leonés miembro de la Sociedad Española de Médicos Escritores y socio de honor del Ateneo Médico Leonés, que compagina su trabajo como médico con la literatura. Ha recibido diversos premios, entre ellos el Alfonso X el Sabio de Novela Histórica en su edición de 2001 por la obra que nos ocupa. Su interés por la Reina de la Paz le llevó a escribir sobre ella también en el ensayo "Isabel de Valois, reina de España"

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